LA PLAZA

Démonos un respiro. Démonos un respiro de nuestra vida ajetreada y fugaz, recuperemos costumbres pasadas y viejos mitos.
Hagamos una pausa. Disfrutemos de nuestra mayor capacidad como seres humanos, la capacidad de relacionarnos con nuestro entorno. Ya no observamos, pasamos de largo. Ya no creemos, ignoramos.

En la Antigua Grecia nació el Ágora, la plaza, el punto neurálgico dónde todo ocurría, el punto que nadie podía transitar sin detenerse. Sociedades mitológicas, hogares de grandes artistas y orígenes del pensamiento. Épocas ya lejanas en las que el ser humano todavía se preocupaba por creer en algo, años en los que emergieron las grandes ciudades sin desmerecer el poder de la naturaleza. Parece que nada de aquello persevera hoy.

Los jardines de Monforte de Valencia como consecuencia de aquella idea de sociedad, son uno de esos pequeños puntos donde recuperar la costumbre de vivir, lugar que guarda el alma, silenciosa y oculta, de aquellas antiguas plazas.

Reflexión, observación y ensayo-error. Este trabajo quiere reflejar a aquellas personas que hoy en día se atreven a recuperar la esencia del ser humano. La relación de dos conjuntos, ciudad-naturaleza y humanidad-mitología como foco de investigación. Con la intención de narrar aquello que parece olvidado, se capturan los restos de un tiempo asentado sobre una sociedad volátil y cambiante, mientras se fusionan con un nuevo concepto de vida. 

A través de la paciencia y la repetición, captar el arte y la belleza de la ya escasa tranquilidad superviviente de hoy día.

https://www.blurb.es/b/9629542-la-plaza

MARINAS

Vivimos encerrados, física y emocionalmente.
Necesitamos respirar a cielo abierto mientras soñamos con la utopía de lo real.

La búsqueda de nuestra felicidad nos lleva a perseguir los paraísos terrenales del mundo, a habitarlos y a explorarlos, bajo la tranquilidad del descanso y la huida de la cotidianeidad, en escenarios que respiran vida natural y humana, una mezcla bucólica del lugar deseado.
Una exploración de la idea del lugar, inmenso a la par que íntimo, bajo la idea del ser, tan personal y único.
Una mirada que encuentra su respiro en las olas del mar y en los granos de arena como las pinceladas de Joaquín Sorolla.

Una playa poco televisiva, ocupada por transeúntes silenciosos que persiguen sus propias utopías durante sus momentos de ocio.
Un disfrute, un ocio idílico, a cielo abierto y bajo la luz del sol mediterráneo, definido por el mar como lugar de peregrinación.

https://www.blurb.es/b/7662341-marinas